La independencia energética es seguridad nacional
Las tensiones políticas en todo el mundo están llevando a muchos territorios a buscar la independencia energética completa como una cuestión de seguridad nacional. A medida que los aranceles y los bloqueos amenazan el suministro de combustibles tradicionales, como el petróleo y el gas natural, las opciones sostenibles, como la solar y la eólica, son cada vez más atractivas, no solo por sus atributos ambientales, sino también por su escalabilidad y su falta de dependencia del suministro de combustible. La energía verde no solo es algo bueno, sino que es esencial para mantener las luces encendidas.
¿Qué viene después de la sostenibilidad?
Todo el mundo considera que ahora son sostenibles, e incluso los gigantes del petróleo y el gas hablan de compensar sus emisiones de carbono y se les acusa ampliamente de hacer lavado de verde. Cuando lo que antes era un posicionamiento de nicho se convierte en algo generalizado, ¿cómo pueden destacar las marcas verdaderamente ecológicas? Y cuando todos tienen una forma de afirmar que son neutros en carbono, ¿cómo pueden las marcas demostrar sus credenciales de sostenibilidad?
La diversificación es democrática
Cuando se habla de híbridos, muchos piensan en la industria de la automoción, pero la hibridación es una parte importante del futuro de la generación de energía. Dado que la presión social y los problemas de suministro afectan a ciertas fuentes de energía, los proveedores buscan diversificar las fuentes de energía para mantener un suministro estable independientemente de los factores externos. Una combinación saludable de fuentes de energía también es importante para mantener la democracia energética: no todos los territorios o segmentos de la sociedad pueden mantenerse al día con los avances tecnológicos necesarios para hacer un uso adecuado de las mismas.
Un sacrificio a los dioses de la energía
Todo el mundo quiere un futuro más limpio y barato para la energía, pero nadie quiere hacer sacrificios. La mentalidad de «no está en mi patio trasero» (NIMBY) lo resume perfectamente: mucha gente quiere turbinas eólicas, pero nadie quiere tener que mirarlas desde la ventana de la cocina. El furor público resultante con frecuencia añade costosas demoras e incluso lleva a la cancelación de proyectos de infraestructura energética sostenible. Luego están los sacrificios más pequeños y personales. Es posible que quieras usar menos calefacción, pero ¿estás listo para usar capas en tu propia casa?
La batería es el nuevo búnker
A medida que la infraestructura energética envejece y los centros de datos y los vehículos eléctricos ejercen una presión cada vez mayor sobre el sistema, los apagones son cada vez más comunes. Las personas están asumiendo la responsabilidad de garantizar su suministro volviéndose completamente independientes desde el punto de vista energético. Los productos como los paneles solares domésticos son cada vez más asequibles y tecnologías como las baterías domésticas están entrando en el mercado masivo, lo que permite a los propietarios satisfacer sus propias necesidades e incluso vender energía a las empresas de energía: el paradigma del sector energético está cambiando para siempre.






